Lisa Haagedoorn
director-propietario
Nunca me interesé por el hotel cuando era niño. De hecho, me daba vergüenza y lo único que deseaba era vivir en una casa y abrir yo mismo la puerta principal cuando llegaran las visitas. Para ir a nuestra casa, teníamos que pasar por la recepción. El personal siempre tenía preguntas o comentarios y esto hizo que nunca llegara "a casa" sino que me pusieran a trabajar. Al fin y al cabo, el hotel funciona las 24 horas del día. Cuando era niño, no lo entendía.